IP MAN | Crítica



IP MAN, a mi parecer es la mejor película de artes marciales que hay en este siglo, y no podíamos esperar menos de la vida de aquel que fuera el maestro de mismo Bruce Lee.

Pero deja te pongo un poquito en contexto de lo que va Ambientada en Foshan, China, en los años treinta. Ip Man o Yip Man es un pacífico y respetado maestro de Wing Chun, que vive en la tranquilidad de su hogar, y que ocasionalmente se ve forzado a luchar para el deleite de sus admiradores. Pero, con el estallido de la guerra con Japón y la posterior ocupación, Ip Man se verá obligado a defender el honor de su pueblo mediante las artes marciales.

Ahora sí, vamos a lo bueno.

No por tratarse de artes marciales quiere decir que es una más del montón, no es una típica película de peleas que cada 5 minutos se enfrentan en las copas de los árboles. Aunque si tiene sus enfrentamientos no te voy a mentir, la mayoría tienen una justificación valida, no lo hacen solo por hacerlo.

La película nos habla de la vida del maestro IP y las circunstancias que lo fueron orillando a tomar ciertas decisiones, como la guerra de China contra Japón, en donde vemos un cambio drástico entre los lujos que tenía a solo tener una papa para alimentar a su familia. Cambiando su mentalidad y poniéndonos en contexto que tan devastadora fue la guerra para los pequeños poblados en China y las cosas que tuvieron que hacer para poder sobrevivir.

En cuestión de coreografías de lucha, son geniales, tenía bastante que una película de este estilo no me emocionaba tanto, no son como las de Jackie chan que sabes que en cualquier momento saldrá con una payasada y te reirás relajándote un poco, sino que aquí es tal la emoción que terminas con ganas de agarrarte a puñetazos con el primero que se te cruce. Claro como último recurso.

En cuestión de fotografía, los escenarios son como si realmente estuvieras en la época con un ambiente bastante envolvente, y siempre cuidando el Ángulo de las tomas, manteniendo el encuadre en las escenas de combate que tenemos. Hasta sientes bonito de ver que ningún brazo o pie se sale de la toma.

En conclusión, es una muy buena película de artes marciales, si las tenías en un concepto bajo, quizá sea el momento para poder reencontrarte con un buen cine de acción oriental.

Kevin R. Mendoza N.

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